Hoy en día es habitual hacer alguna obra en nuestra casa.
Si os habéis tenido que enfrentar a tan tediosa situación, la preocupación y el estrés del momento no nos ha dejado pensar en qué sentirán nuestros amigos felinos con estos cambios.
Y es que ellos, incluso cuando cambiamos la distribución de los muebles del salón o sustituimos un simple sillón pueden sentirse extraños y provocando una situación poco deseada.
La necesidad de los felinos de controlar su entorno hace que toleren mal los cambios.
Los gatos marcan con feromonas faciales (F3) sus zonas seguras, y al modificarlas introducimos cambios en esas señales haciendo que cambie la percepción que el gato tiene de la casa. Sabiendo esto, es más fácil entender por qué estas situaciones les generan tanto estrés.
La inquietud que nos generan a nosotros todo esto también se refleja en ellos, ya que son muy sensibles a la energía que transmitimos. Por este motivo debemos intentar mantener la calma en la medida de lo posible.
Los olores extraños (barnices, pinturas y otras sustancias) pueden causarles también rechazo.
Debido a esto el comportamiento de nuestro amigo puede verse alterado. Es probable que busque escondites, marque con arañazos verticales muebles nuevos y paredes pintadas o que marque con orina.
Algunos de los consejos que nosotras os damos para hacerle frente a esta situación sin que tu gato sufra son:
- En todo el proceso de reforma el gatito debe tener un lugar donde refugiarse.
- Hay que limpiar de forma más habitual el sitio donde coma, ya que el polvo y los olores de los productos químicos se pueden depositar en estas zonas.
- Podemos enchufar un difusor de feromonas F3 una semana antes de comenzar con las obras y mantenerlo hasta una semana después de terminarlas. Esto nos ayudará a reducir los arañazos y el marcaje con orina.
- También debemos facilitarle una superficie alternativa para arañar. Un rascador de árbol estable suele ser la opción más eficaz. Por último, debemos prestar especial atención a que la puerta de la calle se cierre. La presencia de desconocidos que entran y salen es otra fuente de estrés y así evitaremos una fuga.
Si el cambio de comportamiento del gato se mantiene y perdura en el tiempo debemos concertar una cita con la especialista en comportamiento felino. De esta forma pondremos en funcionamiento otras pautas más específicas que ayuden a nuestro gato a lidiar con el estrés, evitando que derive en ansiedad.
